A LA LUZ DE LAS LETRAS...

Estás en mi, como un pensamiento que aparece de la nada, invadiéndolo todo: Un pensamiento dulce que me llena de alegría; un pensamiento tibio que me hace sentir viva; un pensamiento amargo que me hiere hasta los huesos; un pensamiento incierto que penetra muy, muy adentro. Estás en mi, como una caricia que me hace descubrir al amor de una forma diferente: Una caricia que refuerza en mí, la existencia de la justicia; una caricia que me levanta cuando me siento impotente; una caricia que enaltece con ternura todos mis sentidos; una caricia que estimula y activa de improviso mis latidos. Estás en mi, como un sentimiento que se depura poco a poco con el paso de los días: Un sentimiento que al corazón pone contento; un sentimiento que me causa insana agonía; un sentimiento que inunda todo mi ser; un sentimiento vivo a pesar de que lejos estés. Estás en mí; aunque a veces no lo quiera, el pensamiento de no tenerte me desespera; estás en mi, en lo más profundo de mi pecho, el sentimiento aqu...

Quise escuchar tu canto, con el silencio sólo me encontré; mi corazón saltó de espanto, cuando en mi nido ya no te hallé. ¿A dónde has ido con tu dulce trinar? Has extendido tus alas para volar. Pájaro herido que te has marchado, a mi corazón, meditabundo has dejado. Vuela, vuela, pájaro herido, disfruta del nido que escogiste; canta dichoso como has querido, la canción que solo escribiste. Aunque tus miedos te han dispuesto a la desconfianza y al amor, por ello, has dejado a la vera del camino, te levantas firme y con templanza labrando de a poco tu propio destino. Vientos nuevos te han conquistado, a nuevos retos te has enfrentado; de la cárcel del pasado te has liberado y de esperanza tu alma sensible se ha llenado. ¿A dónde has reposado tu alegría? un rumbo desconocido tomaste; bosques frondosos gozan tus fantasías, tu equipaje en ellos desempacaste. ¿A dónde has anidado cantándole a la vida? Ahora me privas de tu agradable compañía; ¿te olvidas que también soy pájara herida? y que...