A LA LUZ DE LAS LETRAS...

198 largos años han pasado desde que un grupo de criollos decidiera poner fin a los atropellos contra sus vulnerados derechos. Muchos sucesos desencadenaron una planeada y justa rebelión que, en poco tiempo, desembocaría en la independencia de una nación. Un florero de un español tomaron como excusa, exigían, sin rodeos, la convocación de una Junta; la histeria y el caos se apoderó de la plaza, ni el Virrey, ni su guardia pudieron controlarla. Alarmado y asustado escuchó a los manifestantes, quienes proclamaron a todos sus representantes; no le quedaba otra salida, ya que su vida exponía ante la multitud que, por autonomía, enardecía. Ese viernes quedó instaurado en nuestra conciencia, ya que aquello concluyó con El Acta de Independencia; esa misma que año tras año los colombianos, cada 20 de Julio, orgullosos, conmemoramos. Y aunque la independencia no fue inmediata, a partir de allí, comenzaron experiencias gratas. Emociones de patria que siempre se reactivarán Cada vez que, por los

Como el pez ansía el agua, como la abeja ansía la miel; como el día, el sol cada mañana, mi vida hoy te ansía más que ayer. Como las hojas bailan con el viento, como la lluvia entona su cantar; como la tierra ondea su movimiento, mi espíritu proclama Tu Bondad. Como se renuevan las células del cuerpo, como en mariposa se transforma la oruga; como tu obra permanece a través del tiempo, mi alma extasiada en Tu Presencia es una. Como impetuoso se muestra el ancho mar, como la Luna gira en torno a la Tierra; como la frágil luciérnaga a la oscuridad, mi corazón a Ti, mi Creador, se aferra. Naturaleza y vida exaltan Tu Grandeza y hoy mis letras al mundo la expresan... *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

¿Para qué ocultarlo? ¿Para qué? Si al mirarte lo descubres; si al hablarte lo revelo; si al aislarme tú me tocas; si al desearte hasta ti llego. ¿Para qué seguir fingiendo? ¿Para qué? Si enojarse no se puede; si olvidarse mucho menos; si esquivarse es imposible; si engañarse es un infierno. ¿Para qué seguir mintiendo? ¿Para qué? Si te ansío hasta el extremo; si te quemo y no lo niego; si te tengo aquí en mi pecho; si te amo sin esfuerzo. ¿Para qué esconderlo? ¿Para qué? si abrazarte es lo que quiero; si provocarte lo deseo; si besarte esa boquita; es lo que mi alma necesita. ¿Para qué pedir perdón? ¿Para qué? si es tan fuerte el sentimiento; de tenerte aquí cerquita; de avivar lo que yo siento, de sentir cuánto me excitas. Qué vivencia tan absurda de ignorar el ser tan tuya como de mi, lo eres tu... lo que le pasa al amor por nuestra culpa es cuestión de ingratitud . ¿Para qué? ¿Para qué expresarlo? Si así es y eso nadie puede cambiarlo. *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

Muere la noche... Cansados los amantes están; se escucha al silencio hablando sin cesar y en lo profundo de los corazones, descansan tranquilas las ilusiones. Muere la noche... Llega la madrugada; cómplices los amantes agitados se fusionan en forma desordenada; sus cuerpos terminan extasiados entre sábanas de seda desgastadas. Muere la noche... Sintiendo sus alientos cercanos, con tiernas caricias suspiran; entrelazándose, su amor resplandece, embelesados por lo que se inspiran; mágica noche, donde la luna aparece. Muere la noche... Las almas a dormir se van, esperando al cerrar los ojos escenas de amor continuar; sus satisfechos rostros con las estrellas brillarán. Muere la noche... Se ora al Padre Celestial; se prometen en tono especial compromiso y entrega brindarse; permanecer unidos hasta el final y por el resto de la vida apoyarse. Los corazones latiendo en calma quedan; al morir la noche, el día con sus afanes llega. *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

Vivo a través del aire que respiro, vivo al escuchar uno a uno mis latidos; vivo al sentir el sol sobre mi cara, vivo al disfrutar el aroma de la mañana; vivo al escuchar los pájaros trinar, vivo, porque viva estoy al despertar. Vivo al ver a mi hija crecer y sonreír, vivo al pasar una noche sin poder dormir; vivo con el afán que trae cada día, vivo esperando tener más alegrías; vivo asimilando todo mi sentir, vivo, porque la razón de la vida es vivir. Vivo deseando encontrar un amor eterno, vivo aprendiendo en este mundo inmenso; vivo entregándome, sin temor, al vida, vivo mi experiencia sola y compartida; vivo en lo cercano y en lo lejano, vivo, siendo espíritu y ser humano. Vivo superando mis limitaciones, vivo controlando mis emociones; vivo cantando un par de canciones, vivo imaginando mágicas sensaciones; vivo con mi risa y con mi llanto, vivo, y porque vivo, sigo soñando. Vivo cuando una lágrima sale de mi, vivo, y simplemente porque vivo, soy feliz. *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸

Qué mala costumbre la mía, la de ignorar mis intuiciones. Qué ingrata y cruel fantasía que se aprovechó de mis emociones. Admito que soy directa responsable de esta experiencia desagradable. Más a tí, no te eximo de mi dolor, porque muchas veces te interrogué. Impávida estoy por tu traición, pero, así es la vida y yo la aceptaré. Te vivía como un hombre diferente, eres instinto natural, aunque me cueste. No me duele tanto tu silencio, como que estoy pagando el precio de haberte entregado mi alma y corazón. No hay nada que me quite la desazón, de haberte confiado mi dulce esencia y lo más sagrado de mi existencia. No puedo odiarte porque aún estás en mi, además de callar, también he de llorar; pero, el sufrimiento sólo se ha de vivir, mi alma está en duelo; ahora he de esperar, a que el tiempo me cubra con su gracia y me lleve a la tierra de la esperanza. Aunque sólo fui otra en tu camino, que de bendiciones se llene tu destino. *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

No hay mejor cura para el alma que alejarse de lo que roba la calma. Sentir celos, desilusión o ansiedad, de gratis, es una inútil necedad. Esconderse detrás de buenas intenciones es dejarse engañar de egoístas pretensiones. Cuando por cobardía, le das al tiempo el poder de hacer lo que, tú mismo, eres incapaz de hacer. Cuando sientes que tus fuerzas ya no te dan más; cuando por insensatez aumentas lo que te quita la paz, es porque a ciencia cierta no llegas a comprender que en donde no hubo nada; nada se puede esperar. La distancia no está en las millas que separan sino en las barreras de emociones malgastadas. Lo intangible no sólo está en lo que no puedes palpar sino en todas las realidades que te niegas a aceptar. El amor verdadero no sólo surge de la verdadera amistad sino de una sincera, mutua y constante entrega total. ¿Para qué invertir el tiempo tomando decisiones si incapaz se es de convertirlas en acciones? ¿Para qué vivir alimentando nuestros caprichos si son sólo proyeccio

Mientras una y otra vez escuchas las voces del pasado, más difícil se te hace esclarecer que el amor se encuentra a tu lado; que te cuestionas, sin poderlo distinguir y que sin respuestas, te destinas a sufrir. Dices, aún no haberte enamorado y te lanzas a vivir en soledad; dices no querer a nadie dañar, más, a ti mismo, lastimas sin piedad y no te arriesgas a cambiar tu realidad. Sueñas con salir de la cárcel de tus penas, esperando que el amor, rompa las cadenas. Pero, vives como si no te dieras cuenta que las puertas que te aprisionan están abiertas. Me recuerdas, al que se acostumbró a su prisión, que cuando fue liberado, ya no quiso ver el sol. Deja ya, de llamar a tu corazón solitario y sé consciente de lo que te pasa a diario: Que como "destellos", reflejas el amor que hay en ti, al tiempo, que te culpas, cuando disfrutas verte sonreir. ¿Cómo es que piensas que para amar estás incapacitado si tantas virtudes de amor, en tí, se han vislumbrado? *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.

Intentando hallar las razones de mis propias penas, una gran verdad encontré: Que no necesito buscar respuestas, en todo aquello que ya se fue, porque "la vida es cuestión de fe". ¿Para qué seguirse lamentando de la tranquilidad que se ahoga? ¿Para qué seguirse preguntando por razones que no se agotan? ¿Para que insistir en mirar atrás si la vida ya no está en ese lugar? ¿Acaso no te das cuenta que el tiempo se está acabando? ¿Acaso sigues siendo ajeno a la vida que estás desperdiciando? ¿Acaso no es injusto ignorar el sentimiento que estás derrochando? ¿Qué importa tener roto el corazón si de todas formas te sientes culpable? ¿Qué importa la causa del dolor si, aún sabiéndola, te sientes vulnerable? ¿Qué importa cargar con tu cruz si lo más importante eres tu? En aquello que sientes y no ves, es donde ha de estar puesta tu fe. Basta dejar a un lado la razón y vivir sintiendo con devoción. Ya que tus misterios no se han resuelto, por mucha mente que les hayas puesto. Por ello

Esos, tus ojos claros que penetran en la profundidad de mi ser, hacen que me olvide, por un instante, que tu amor de mi lado, ya se fue. Es como si se devolvieran las horas y con ello, de nuevo fuera tu mujer. Se me olvida que tu amor ya no es mio; fueron tus ojos, a los que con ganas una vez miré. Y es que al mirarme con picardía siento que mi alma, aún suspira por ti, se me turba la razón, ¡qué insana manía! y te quisiera completito para mi. Yo los culpo de hechizarme con fragilidad, de coquetearme hasta hacerme sonrojar; de desnudarme hasta hacerme estremecer, fueron tus ojos, por los que en un tiempo soñé. Te siento distante, aunque tus ojos me tocan, ya no quiero, por ellos, volver a sufrir; por eso, en silencio, ahogo mis palabras y en el presente te oculto todo mi sentir. Más, me deleito, con esos, tus ojos claros cuando con dulzura, me pides que los vea y al complacerte, una sonrisa se dibuja en ti; Sí; me deleito, aunque ya no seas para mi. Esos tus ojos claros, tan soñadores

Te preguntas por el sentido que tienen mis palabras. ¿Qué es lo que reflejan que ahora te extraña? ¿Que ya no están escritas con la alegría esperanzada de mi alma entusiasmada? Sí, hoy sólo expresan en silencio y en soledad que tu presencia ya no está. Hoy asimilan tu partida inminente e intempestiva. No sé si fuiste tu: si fueron tus miedos que te hacían ir y venir, lastimándome sin darte cuenta. Si fue tu afán por impedir nuevamente sentir el dolor, que pudiera causarte el amor. Si fue una vívida ilusión que alejó de mi, tu corazón. O si por el contrario fui yo, quién desde el principio ignoró que tu interés por mi, nunca existió. Por tu amor inalcanzable estoy derrotada y conmovida; por la vida inagotable aún no me doy por vencida. Hoy mis palabras sentidas te demuestran mi derrota; hoy la implacable agonía a mi espíritu, otra vez toca. Y yo dejándome seducir simplemente le digo así: "Estaba esperando por ti, ven a mí, que no te temo; sé de lo que eres capaz, haz lo tuyo y alé

¿Quién puede callar nuestras voces? ¿Quién puede bajar nuestras manos? ¿Quién puede quitarnos el goce de ver a unos cuantos violentos por todo un planeta censurados? ¿Quién puede aplacar nuestra fuerza? ¿Quién puede impedir nuestros pasos? ¿Quién de lo contrario nos convenza que terroristas de izquierda y derecha de nuestro querido pueblo han abusado? ¿Quién sigue con las mismas tonterías de conciliar la libertad de un ser humano? ¿Quién alberga en las mentes esas fantasías y puede negar que son mentiras de fulanos? ¿Quién con fines llenos de viles hipocresías con las que también hemos sido torturados? ¿Quién puede obrar como algunos insensatos que intentan borrar con sus tantos argumentos todo el dolor que por años llevamos por dentro? ¿Quién interpreta este fervoroso sentimiento de repudio a los secuestros y asesinatos de quienes se proclaman ejército nuestro? ¿Quién se aprovecha de la oportunidad para desvirtuar a gusto de los poderosos lo que claramente ha dicho la sociedad? ¿Quién

Sin llamadas que poder hacer; sin correos que responder; sin comentarios que leer; sin versos que corresponder. ¿Qué es lo peor de esta vivencia? La cruz de tu inesperada ausencia. Sin tus miradas coquetas; sin verdades expuestas; sin besos al aire lanzados; sin abrazos imaginados. ¡Qué situación tan indeseable! Ahora estás más inalcanzable. Sin sublimes emociones; sin agitadas pasiones; sin nada que brindar; sin nada que esperar. ¡Qué diera yo por verte! Aún limitado quisiera tenerte. Sin tu risa, sin tu enojo; sin tu llanto, sin tus celos; sin tu prisa, sin tus ojos; sin tu encanto, me desvelo. ¿Qué hago para no extrañarte ahora que estamos distantes? Sólo palabras en silencio escritas por el alma que se descubre desgarrada, cuando siente que el amor se marchita esperando tu presencia tan anhelada. ¡Qué diera yo por volverte a mirar! Sólo así se puede calmar esta ansiedad. Con las dudas que la paciencia no alcanza a calmar para vivir tu espera sin desazón, sólo me quedo con la quebra