Estás en mi, como un pensamiento
que aparece de la nada, invadiéndolo todo:
Un pensamiento dulce que me llena de alegría;
un pensamiento tibio que me hace sentir viva;
un pensamiento amargo que me hiere hasta los huesos;
un pensamiento incierto que penetra muy, muy adentro.
Estás en mi, como una caricia
que me hace descubrir al amor de una forma diferente:
Una caricia que refuerza en mí, la existencia de la justicia;
una caricia que me levanta cuando me siento impotente;
una caricia que enaltece con ternura todos mis sentidos;
una caricia que estimula y activa de improviso mis latidos.
Estás en mi, como un sentimiento
que se depura poco a poco con el paso de los días:
Un sentimiento que al corazón pone contento;
un sentimiento que me causa insana agonía;
un sentimiento que inunda todo mi ser;
un sentimiento vivo a pesar de que lejos estés.
Estás en mí; aunque a veces no lo quiera,
el pensamiento de no tenerte me desespera;
estás en mi, en lo más profundo de mi pecho,
el sentimiento aquí, bien fuerte se ha hecho.
Estás en mi; de todas las formas te lo expreso;
estás en mi; día y noche por ello al cielo rezo
y espero pacientemente entre dudas y certezas,
hacer realidad este sueño del que soy presa.
Limitada por las palabras, como estás en mi, te he descrito;
en la acción del amor tangible, convertido ahora te necesito.
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Comentarios
¡FELICES FIESTAS! ¡Un GRANDE saludo para todos los colombianos! ¡Que lo pases muy bien!
Que bellas letras expresas con ese ma me hacia falta leerte.
Feliz comienzo de año y solo deseo felicidad para ti.
Caricias para tu alma.
me encanta leerte y pensar en tus sueños
Pool.
Por que ahora no salgo en los Nikc de tus amigos ,ya no lo soy.
Excelente poema, rico en palabras, en sentimientos, en fuertes deseos de amor que salen del alma, de las profundidades de tu pecho, de las pasiones vividas y por vivir, del corazón de tu universo femenino. Dos veces lo he leído, con voz tranquila, en esta larga mañana de enero en Argentina. Dos veces lo he leído, dos veces me gustó. No, Kya, tus palabras no te limitan, tus palabras te abren miles (miles y miles) de puertas y ventanas, y te invitan a explorar (y a mirar y a tocar y a sentir y a gozar y a sufrir) los infinitos horizontes del deseo, del amor y del dolor que brotan, crecen y dan frutos, en este mundo tan grande, tan pequeñito.
¡Que seas feliz!