Hace mucho tiempo hubo una reunión en el cielo;
se encontraron un grupo de ángeles que decidieron planificar un juego.
Salieron de la unión con Dios y vinieron de este lado del velo;
pretendieron ser humanos que en distintos momentos se conocieron.
Sus vidas transcurrirían con muchas dificultades;
jamás se imaginarían cuánto iba a cambiarles,
uno de ellos les regalaría momentos inolvidables.
Era un ángel que les mostraría de la vida las bondades.
Desde pequeño supo que tenía algo especial,
pudo ser un gran comediante; no quiso la fama buscar;
decidió entonces, vivir su vida con humildad
porque sólo de esta manera podía a todos ayudar.
Se dedicó a trabajar por la justicia,
quería un mundo tranquilo y sin malicia.
Amaba a su madre, a su hija, a su familia;
se divertía con sus amigos; vivía su vida sin codicia.
Ayudaba a aquel que lo pudiera necesitar;
a su lado todo era risas, alegría y felicidad.
Siempre estaba dispuesto a brindar su amistad
y una hermosa risotota era sinónimo de su humanidad.
El juego se suspendería, el ángel a Dios regresaría;
su muerte trágica sería, mucho más dolor generaría.
Pero su madre juicios no emitiría; perdón y bendiciones expresaría;
los demás ángeles se quedarían y al son de canciones lo despedirían.
Hagan que valga la pena este jugador,
ayúdenlo a pasar el Puente de Las Flores sin temor;
sonrían y sonríanle aún en medio del dolor,
llenen su vida de paz; trátense con amor.
Porque el resto de ángeles al cruzar el Puente lo esperan
con aplausos, felicitaciones, en medio de una gran fiesta,
con música, familiares, viejos amigos y una gran cena,
por haber disfrutado el juego en esta humana experiencia.
Imagino sus palabras después del Puente cruzar:
¡Qué espectáculo! Mamacita, a la madre Teresa le dirá;
Con Michael, a Hitler y a Escobar Triller hará bailar
y con sus ocurrencias, dichos y canciones a todos divertirá.
Ahora que la segunda parte del juego ha comenzado
y que su compañía brinda desde otro estado,
pregunta a los ángeles que en la Tierra se quedaron:
¿Qué van a hacer con éste, mi mayor regalo?
Espera que atraviesen el duelo sin dramas,
que se den cuenta para qué partió y cuánto los ama;
que recuerden que su vida entregó sin esperar nada
porque siempre supo qué hay más allá de sus caras.
Esa es la razón por la que tanto los hizo reír,
para que recordaran para qué han venido aquí.
El es un "ángel reflejo" que tuvo que partir
para que descubrieran lo que con su vida quiso decir.
¿Qué van a hacer con éste, su mayor regalo?
Ahora ve el juego completo, a ustedes aún les es velado.
¿Recuerdan cuando este juego de ángeles fue planificado?
¿Cuándo van a manifestar los dones que Dios les ha obsequiado?
El ángel reflejo supo del suyo, por eso no dudó
en celebrar su vida como la celebró;
y con "humor divino" a muchos no pidió
que cuando partiera, hiciéramos una fiesta en su honor.
¿Cuándo le hacemos realidad su petición?
Cuando su recuerdo nos llena de satisfacción.
¿Cuándo de verdad le hacemos tributo a su memoria?
Cuando, con alegría, lo hacemos parte de nuestra historia.
¡GRACIAS, por tu cariño, por tu amistad sincera!
y por permitirnos sentir que aún contamos con ella.
JESÚS ENRIQUE ESCORCIA BERMEJO
Febrero 16 de 1967 - Marzo 31 de 2010
Eternamente presente...
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Comentarios
8.03 pm
Mañana se cumple un mes desde que mi amigo Kike atravesó el velo. Mucho es lo que le agradezco porque llegó a mi vida en un momento en el que sólo él, tenía que estar acompañándome a atravesar mi situación vital.
Ahora que su presencia física no está presente y que su recuerdo está más vivo que nunca puedo constatar que realmente sus palabras para mí provenían de un lugar de paz y tan sagrado que se reconocía y me reconocía como ángeles jugando a ser humanos.
Desde su partida, no he dejado de preguntarme de qué manera celebrarlo, así como muchas veces me lo pidió: "el día que me muera has una fiesta y te pones a bailar en mi nombre, porque para qué llorar".
En esos momentos en los que estaba más a flor de piel el dolor, recordaba estas palabras y le decía que cómo me pedía tal cosa si no llorarlo es prácticamente imposible. Ahora cuando entiendo el significado de sus palabras, me permito brindarle un sencillo homenaje por su sabiduría y amistad a través de mis letras.
Pese a que acostumbro a manifestar mi afecto con espontaneidad, realmente a muy pocas personas les he dicho te amo, de la manera en que cada vez que me nacía, se lo decía a Kike. Hoy me lo permito nuevamente:
Sé que me ves, me sientes y me escuchas, como en muchas ocasiones te reitero mis palabras:
"Kike, te amo y siempre lo voy a hacer y aunque no existe la más remota posibilidad de que tu y yo algún día nos hagamos daño o nos enemistemos, ten la completa seguridad de que si llegase a pasar, mi corazón siempre tendrá un eterno agradecimiento contigo y albergará el mismo cariño que te profeso hoy y que espero que con el correr del tiempo siga en aumento."
Aunque el lenguaje limita lo que existe en el corazón, estas letras escribo, intentando con ellas expresarte cuánto significas para mi...
...Gracias amigo bello, por ser tan especial y por hacerme sentir de la misma manera...
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Catherine